“the only people for me are the mad ones, the ones who are mad to live, mad to talk, mad to be saved, desirous of everything at the same time, the ones who never yawn or say a commonplace thing, but burn, burn, burn like fabulous yellow roman candles exploding like spiders across the stars.”
― Jack Kerouac, On the Road
Pues completamente distinto a los reportes recibidos cuando se presentó en la última edición del Festival de Cine de Cannes, aquí en Toronto la proyección de On The Road (En El Camino) puede considerarse como todo un éxito. Walter Salles ( Estación Central) fue lo suficientemente atrevido como para adaptar el mítico texto que definió a una generación en una entretenida cinta que se apega fielmente al libro y que estoy seguro no defraudará a los seguidores de la novela quienes habrían manifestado recelo a través de los años al escuchar cualquier intento de convertir el preciado libro en una película ( especialmente aquella versión que dirigiría Francis Ford Coppola llevando a Leonardo DiCaprio en el papel de Sal Paradise).
Probablemente tuvo que haber sido la visión que un par de extranjeros (Salles y el guionista puertorriqueño José Rivera) puedan tener de “el sueño americano” para que finalmente el objetivo de convertir el texto en una cinta que pueda llevarse a cabo. Y qué sentido de actualidad de que esto suceda en la era de la resurrección de la cultura “hipster” la cual abrazará esta cinta como bandera. Como la mayoría de ustedes saben, los hechos de esta historia están situados a principios de la década de los cincuentas los cuales fueron rememorados en icónica una novela casi autobiográfica de la autoría de Jack Kerouac, acerca de los viajes reales y espirituales emprendidos por los pilares de la poesía beat: el mismo Kerouac y sus amigos Neil Cassidy y Allen Ginsberg. Aquí los nombres son modificados por el de Sal (Sam Riley, el Ian Curtis de Control), Dean Moriarty (el brillante Garret Hedlum) y Carlo Marx (Tom Sturridge) quienes se lanzan en un recorrido por los Estados Unidos de la post guerra en busca de su identidad. En El Camino de Salles deriva en una brillante película que capta perfectamente el desasosiego de los personajes quienes observan con atención los paisajes del inland de una nación consternada por una guerra social y una recesión.
Uno de los aciertos es el renglón del reparto, perfectamente seleccionado destacando Riley y Hedlum como los protagonistas pero además sostenidos por el trabajo de las dos Kristen Stewart y Dunst. Tengo entendido que la cinta se reeditó para su presentación en Toronto después de la gélida recepción conseguida en Cannes. No vi la versión antecesora pero les aseguro que On The Road capta fielmente el espíritu de la novela y el retrato de un hombre que inició a contemplar la vida a través del alma de su indómito amigo.
Source: @oscaruriel vía cinemamovil
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