Con la exhibición de la ya controversial Grace de Mónaco ha empezado hoy el más prestigioso festival de cine del mundo. Hasta el 25 de mayo, la atención de los cinéfilos estará puesta en lo que suceda en el glamoroso balneario francés, donde serán vistas y apreciadas las 18 cintas que compiten por la Palma de Oro, una muestra que si bien ha sido considerada modesta, en términos de calidad y no de cantidad, guarda títulos muy esperados, algunos de maestros como David Cronenberg, los hermanos Dardenne, Jean-Luc Godard y Mike Leigh, otros de invitados habituales como Atom Egoyan, Olivier Assayas y el ruso Andrey Zvyangintsev –una de sus películas, Elena, fue vista hace poco en Caracas- y también de prometedores debutantes –en la competencia oficial- como la nueva sensación francesa, el muy joven Xavier Dolan. (...)
Maps to the Stars, de David Cronenberg
La mesa está servida. Una "típica" familia de Hollywood en todo su esplendor y sus miserias: el papá (John Cusack), un gurú de la autoayuda autor de varios best sellers; la mamá (Olivia Williams), mánager de la carrera de su hijo, un niño que alcanzó el estrellato tan rápidamente que ya a los nueve años ingresó a un programa de rehabilitación del que está justamente saliendo a los 13; la otra hija (Mia Wasikowska), una chica que también acaba de salir de un sanatorio a donde fue a parar debido a sus inclinaciones piromaníacas. Por si fuera poco, una de las clientas del padre es una estrella de cine venida a menos que quiere hacer el remake de una película protagonizada por su fallecida madre, a quien, por cierto, asegura ver en las noches.
Si hace honor a sus credenciales, Cronenberg podría estar oficiando un verdadero banquete en este su muy personal retrato de Hollywood. Y así parecen sugerirlo las primeras imágenes en las que una arrebatadora Julianne Moore –como la maníaca actriz en caída libre- se roba el show y promete generar impacto con arriesgadas escenas como las del sexo en el asiento trasero de la limosina con el chofer de la familia (Robert Pattinson), quien, por cierto, también es aspirante a actor. Esta es la quinta participación del director canadiense en Cannes. Ya se llevó la Palma de Oro por la controversial Crash (1966), y por lo visto en los tráilers, mucho de la provocación de aquella obra se puede avizorar en su nueva entrega.
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Sils Maria, de Olivier Assayas
Esta es la quinta oportunidad en la que el francés Assayas compite por la Palma de Oro, si bien todavía se recuerda el revuelo causado en La Croisette por Carlos, la película que protagonizó Edgar Ramírez, y que no pudo competir oficialmente por razones ya por todos conocidas. Sils María es el nombre del pueblo suizo al que viaja una gran actriz en plenitud de su carrera (Juliette Binoche) con su asistente y amiga (Kristen Stewart) para participar en el revival de una obra de teatro a la que debe su fama, solo que, para su sorpresa, no en el papel de la joven que lleva al suicidio a una mujer mayor, sino justamente en el de esta última. La experiencia significará, también, el enfrentamiento con la nueva estrella de Hollywood dada a los escándalos (Chlöe Grace-Moretz) que ha tomado el rol que siempre le ha pertenecido. Más que su rival, la actriz joven se convierte en su espejo, uno que le recuerda su pasado, y qué le hace reflexionar sobre quién es en el presente y lo que será en el futuro.
Assayas ha dicho que la película parte de preocupaciones compartidas entre él y Binoche, que desde hacía mucho tiempo le daban vueltas en la cabeza y que solo ahora han podido tomar cuerpo en una película, que, al final, tiene mucho que ver con lo que ambos han cambiado a lo largo de sus carreras. Esta cinta también ha despertado mucha curiosidad por ver cómo se desenvuelven en sus papeles las dos estrellas jóvenes de Hollywood que Assayas, contrariamente a su costumbre, ha reclutado para uno de sus filmes. Binoche no tiene nada que demostrar, pero Stewart y Grace-Moretz, sí.
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