12 noviembre, 2009

Scans de 'Todo en Domingo' - Venezuela



La saga de Crepúsculo cautiva a una joven fanaticada local similar a la de Harry Potter. La historia de una joven que se enamora de un vampiro tiene fanáticos que se reúnen a celebrar su cumpleaños, se devoran los libros e incluso tienen actores que los encarnan a falta de los originales. El 4 de diciembre se estrena la segunda película, Luna nueva, y sus fans venezolanos se preparan como corresponde para la ocasión...

Tormenta eléctrica afuera. Adentro: penumbras, el sopor del calor caraqueño, humedad y vítores. Sobre una mesa destaca una torta de cumpleaños coronada con el nombre "Bella" en grandes letras plateadas. Además, hay fotos familiares y un par de regalos. A un lado, una pálida figura de cartón saluda a los presentes con su sonrisa filosa: es de tamaño real e invita a tomarse una foto.

Los truenos resuenan al compás de cada sorbo de sangría. Uno solo bebe a la vista de todos. Es el orador designado: Mario Palacios que da una charla sobre vampirismo. Al fondo, el videobeam proyecta finalmente una imagen de los cuatro libros de Crepúsculo y la audiencia enloquece. Todos están aquí unidos por una pasión común: la saga sobre vampiros de la escritora Stephanie Meyer.

Sentados en el piso de un pequeño salón de fiestas, los integrantes del Twilligth Series Fan Venezuela, TSFV, están reunidos con la excusa de celebrar el cumpleaños de Bella Swan, la protagonista de la saga. El edificio donde fue la reunión queda en plena avenida Andrés Bello y en la puerta varios grupos de quinceañeras se agolpan para entrar. La vigilante de la residencia pone cara de aburrimiento y con forzada amabilidad las recibe.

Después de un corto paseo por las áreas comunes ennegrecidas anunciando la lluvia inminente, unos globos negros y rojos dan la bienvenida. Allí se paga entrada: una colaboración de 5 bolívares que financiará otras actividades como ésta. El fandom, como se conoce a la comunidad de fanáticos, siempre quiere más.

¿Sobre qué tratan estos libros capaces de arrastrar adolescentes a pesar de cualquier contratiempo?: "Crepúsculo es, básicamente, una historia de amor entre Edward Cullen y Bella Swan, especie de Romeo y Julieta modernos", ilustra Daphne Ríos, directiva del TSFV.

Bella ­una solitaria joven humana que se muda a un pueblo gris­, es quien narra la historia y tres sentencias suyas que en cierto momento del foro son coreadas a gritos por los fans, resumen el conflicto: "Hay tres cosas de las que estoy segura: Primera, Edward es un vampiro. Segunda, se muere por beber mi sangre.

Tercera, estoy perdida y totalmente enamorada de él".

Apenas a un mes después de su lanzamiento en el año 2005, Crepúsculo, el primer libro de la serie, alcanzó el número 5 de la lista de libros juveniles más vendidos del New York Times. Y desde ese momento su fama no ha parado de crecer. Según una nota del mismo periódico, para agosto de 2009 la serie ya había vendido más de 70 millones de copias alrededor del mundo.

Sin titubeos, Daphne Ríos revela lo que para ella es el mayor atractivo de la saga: "¡Edward! Él es un príncipe azul moderno que no tiene caballo pero sí un Volvo. Es dulce, amoroso, inteligente, toca el piano que te mueres. Obviamente, no lo puedes escuchar, pero te lo imaginas así.

Y que sea vampiro lo hace más perfecto aún". Robert Pattison es el actor que lo encarna en la película estrenada en noviembre del año pasado y es la figura de cartón que concentra la atención del cumpleaños de Bella.

Vampiros en red. El TSFV está conformado por Migyuri Puerta, Vanessa Fernández y Daphne Ríos. Ellas tres se encargan de organizar todos los eventos del club, así como de administrar los innumerables portales de Internet con que se mantienen en contacto con la fanaticada. Puerta explica: "Internet es nuestro medio. Primero comenzamos con un blog, después abrimos un HI5 y el Myspace. Más tarde el foro y nuestro grupo en Facebook, que ya tiene más de 1.300 miembros. Lo último que hemos abierto es una cuenta en Twitter.

Es evidente cómo han ido creciendo: "Todo fue gracias al de boca en boca. Nosotros comenzamos el Club de Fans en 2007 porque los libros no habían llegado a Venezuela. Todos los días llamábamos a la editorial Santillana a ver si estaban aquí ya", cuenta Puerta.

Ahora el TSFV tiene sedes en Táchira, Zulia, Carabobo, Aragua, Anzoátegui y Monagas.

Aclara que no permiten que esto sea tomado a la ligera: "Hicimos una convocatoria por el blog. Les exigimos una directiva de tres personas con por lo menos una mayor de edad. Están obligados a reportarnos cada decisión. El TSFV es una responsabilidad".

La familia Cullen entre nosotros. Dos novios a punto de un nostálgico beso integraban una de las fotos que reposaban a un lado de la torta de Bella el día de su cumpleaños ficticio. La pareja eran las versiones criollas de Edward Cullen y Bella Swan.

Adscrito al TSFV, el Clan Cullen agrupa a jóvenes entusiastas del teatro que encarnan a todos los personajes de la saga. Surgieron por una necesidad de hacerles más viva la experiencia de la lectura a los fanáticos. Vanessa Fernández, integrante de este clan, describe sus funciones: "Hacemos obras en donde representamos los episodios del libro, hacemos caracterizaciones, interactuamos con los asistentes y les ponemos juegos. A ellos les encanta, se toman fotos y hasta nos piden autógrafos".

Daphne Ríos profundiza en sus razones y revela un poco de desespero: "Aquí no llegan las cosas. En Estados Unidos Stephanie Meyer siempre está firmando libros. Incluso, se organizan visitas sorpresas de los actores cuando se realiza algún evento relacionado con la saga en las librerías. Aquí no va a pasar eso. Por eso está el Clan Cullen, es lo más cerca que puedes estar de los personajes".

En ese descontento los fanáticos parecen estar de acuerdo.

Adriana Sánchez, de 31 años, confiesa su anhelo: "Comencé a leer Crepúsculo en el Metro, desde Plaza Venezuela a Las Adjuntas. A los dos días me lo terminé: quedé fascinada. A mí me gustaría que trajeran más libros así, porque Venezuela es un país de lectores". Pide también que su fervor sea reconocido: "Se debería promocionar más la lectura, tenemos que hacer más ruido porque nosotros somos muchos y valemos. Yo quiero que alguien importante de la saga venga a reunirse con los fans".

Mario Palacios es uno de los pocos hombres entre las muchachas que integran el TSFV.

Es el encargado de dar un foro sobre la historia de los vampiros.

Menciona a Anne Rice, al Drácula de Bram Stoker, pero nada supera la euforia que produce en su público cuando se refiere a la saga de Meyer. Carga una gorra hacia atrás bordada con el nombre de Lebron James, jugador norteamericano de baloncesto; camisa abierta de cuadros y, debajo de ella, una franela con el símbolo de la familia Vulturis, el linaje con más abolengo en el universo de Crepúsculo.

Sabe que Meyer le da prioridad al romance en sus novelas: "Hay que darse la oportunidad de leerlas. A primera vista son bastante rosa, pero puedes sacar cosas muy buenas de la lectura.

Por ejemplo, te das cuenta de que la importancia de una familia se mide por su longevidad. A las más antiguas les tienen un respeto prácticamente mítico".

Opina que Crepúsculo, a pesar de que a veces pareciera otra historia más sobre amoríos en una secundaria gringa, tiene una moraleja reveladora: "La lección es que, seas vampiro o humano, si tienes amor todo estará bien. Suena un poco fresa, pero es verdad".

Una parte considerable del TSFV proviene, al igual que Mario, del Club de Fans de Harry Potter. Ellos desmienten la pretendida rivalidad entre los fanáticos de las dos sagas. Este grupo de jóvenes siempre anda en busca de nuevas lecturas compartidas. Coinciden en que la literatura a veces se cansa de ser un placer solitario, y por eso se sacude su aislamiento y recurre a los círculos de lectores, a los bares, a los talleres. La celebra.



Por: Rori C.
12-Nov.-2009

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