04 mayo, 2020

Develando la portada de Sol de Medianoche

image host
La Granada y su simbolismo

Buscando en Google dimos con algunas teorías sobre la fruta que engalana la portada de Sol de Medianoche, la Granada:

Ante todo, hay que decir que la granada es el fruto del granado, un pequeño árbol caducifolio de la familia Lythracea, que proviene de la zona comprendida entre Irán y el Himalaya, en el norte de la India, cuyo cultivo se extendió por toda la costa mediterránea —incluida Armenia— desde la remota Antigüedad, pues, según se cree, el primer granado se plantó entre los años 4000 y 3000 a. C., aunque no faltan estudiosos que estiman que la granada fue conocida mucho antes: hace más de 8000 años. Lo que parece cierto es que la granada se consumía ya en torno al 2500 a. C. por los restos hallados en algunas tumbas egipcias, pues los habitantes del Nilo eran enterrados con granadas con el anhelo de resucitar en la otra vida.

image host
Aunque, como se verá, este fruto se presta a dos interpretaciones opuestas pues, por una parte, se le relaciona con la muerte y el infierno por el color rojo sangre de sus granos y de su jugo, y, por otra, a pesar de utilizarse como ofrenda funeraria a los dioses, se le tiene como imagen de resurrección y trasformación.[1]

image host
Desde la  mitología griega se cuenta que el primer granado fue plantado por la diosa del amor y de la belleza, Afrodita y el dios del infierno Hades, ofreció su fruto a Perséfone con la idea de seducirla.

Aquí un poco sobre el mito del rapto:
La mayoría de las fuentes clásicas consideran a Perséfone como hija de Zeus y Deméter, pero la Biblioteca mitológica de Apolodoro recoge una versión alternativa que indica que era hija de Zeus y Estige.​ Sin embargo, Deméter no tenía una posición estable en el Olimpo. Solía vivir muy lejos de los demás dioses, siendo una diosa de la naturaleza anterior a plantar semillas y cultivar plantas. 
En la tradición olímpica fue cortejada por los dioses Hermes, Ares, Apolo y Hefesto, pero ella rechazó todos sus regalos y alejó a su hija de la compañía de los dioses. Así, llevaba una vida pacífica hasta que su hija Perséfone se convirtió en la reina del inframundo, lo que, según los mitógrafos olímpicos, no sucedió hasta que Hades la raptó y la llevó allí con él. 
Perséfone estaba recogiendo flores con algunas ninfas (Atenea y Artemisa, según el himno homérico, o Leucipe, o algunas Oceánides), en un campo en Enna cuando Hades apareció, emergiendo de una grieta del suelo. Las ninfas fueron castigadas siendo transformadas en las Sirenas por no haber intervenido. 
La vida quedó paralizada mientras la desolada Deméter buscaba por todas partes a su hija perdida. Hécate había oído sus gritos y sugirió a Démeter hablar con Helios, el sol, que todo lo ve, para que le contase lo que había pasado. 
Finalmente, Zeus no pudo aguantar más la agonía de la tierra y obligó a Hades a devolver a Perséfone, enviando a Hermes para rescatarla. La única condición que se puso para liberar a Perséfone fue que no probase bocado en todo el trayecto, pero Hades la engañó para que comiese seis, o cuatro según las fuentes, semillas de granada, que la obligaban a volver cada año un mes por cada semilla.
En algunas versiones, Ascálafo contaba a los demás dioses que Perséfone se había comido voluntariamente las semillas de granada. Cuando Deméter y su hija estaban juntas, la tierra florecía de vegetación. Pero durante seis meses al año, cuando Perséfone volvía a los infiernos, la tierra se convertía de nuevo en un erial estéril. Fue durante su viaje para rescatar a Perséfone del inframundo cuando Deméter reveló los misterios eleusinos.

En una versión alternativa, Hécate rescató a Perséfone. En la versión más antigua la temible diosa Perséfone era la propia Reina del Inframundo. En algunas versiones Deméter prohíbe a la tierra dar frutos, en otras está tan ocupada buscando a Perséfone que no se ocupa de ella, y en algunas la profundidad de su desesperación hace que nada crezca. El número de semillas comido por Perséfone cambia también de unas versiones a otras, a menudo en relación con la duración del invierno en la zona de procedencia de la historia. Este mito puede ser interpretado también como una alegoría de los rituales matrimoniales de los antiguos griegos, que sentían que el matrimonio era una especie de rapto de la novia de su familia por parte del novio, y este mito puede haber explicado los orígenes del ritual del matrimonio. La más popular explicación etiológica de las estaciones puede haber sido una interpretación posterior.[2]

image host
Por otra parte, en la religión Masónica se lo considera símbolo de vida.[3]


image host
En la simbología cristiana representa fecundidad e incluso aparece en las vestiduras de las sacerdotes y algunas representaciones del niño Jesús. En ocasiones es mencionado como el fruto de Dios.[4]


En hebreo, la granada también es símbolo de integridad, porque sus 613 semillas corresponden a las 613 Mitzvot (preceptos) de la Torá.[5]

Creo que Stephenie se inspiró en cada mito y su simbología para representar a Edward con este fruto. Gracias, Meyer por tenernos nuevamente aquí, casualmente aprendiendo de cultura general.

¿Qué te ha parecido la portada? ¿Cuál crees que es la teoría que más se le ajusta?

Fuentes: 12 | 3 | 4 | 5

2 comentarios:

  1. Me encanta chicas . Muchas gracias !!!

    ResponderBorrar
  2. Sí, de hecho en la sinopsis decía que estaba asociada al mito de Persefone aunque también creó que esta relacionado a como se considera Edward en sí, como un ser maligno y oscuro cuya belleza es cautivadora casi tanto como un Dios (como vela lo ve que es su sol) a lo que la granada es lo inverso a él, a simple vista desagradable pero por dentro los granos tienen una gran belleza.

    ResponderBorrar