Las bombas francas con "F" y sus Chuck Taylors son uno de sus mejores activos (virtudes) porque son reales. "Había mirado al mundo de la moda como superficial", ella admite cuando se le pregunta sobre su colaboración con el antes Director de Balenciaga, Nicholas Ghesquière (ahora Director de Louis Vuitton), a quien ella considera un "verdadero artista". "Antes del photo shoot que hice con el, era siempre una maldita tortura", ella dice acerca de las sesiones de estudio. Es esta actitud-pasión la que propició una valiente actuación de dos años. "A menos que haya una historia que no puedas malditamente ayudar a llevarla a la vida, no vale la pena", ella explica. Dos roles le han atraído a volver. En Sils María, interpreta a una asistente personal de una actriz madura con problemas, encarnada por la ganadora del Óscar, Juliette Binoche. Y en Camp X-Ray, un drama ambientado en la Bahía de Guantánamo, ella interpreta a una mujer sencilla, con ideales inquebrantables, que se da cuenta que la vida no es balnco y negro. "Sus ojos están abiertos y conozco ese sentimiento", dice Stewart, tal vez, dando a entender, sobre los problemas del año pasado.
Mientras tanto, los blogs de chismes especulan a diario sobre el estatus "otra vez si", "otra vez no" de la pareja. "Ellos [los tabloides y blogs de chismes] te encasillan como personajes fácilmente identificables que pueden vender a las masas", dice Stewart. "Cuando la gente recoge periódicos y lee resúmenes perfectos de mi vida en pequeñas historias concisas, es un poco tonto. ¿Puede la vida de cualquier persona ser puesta en palabras así? ". Stewart está lejos de ser unidimensional, y es el sentido de misterio lo que nos mantiene enganchados. Una rosa menos espinosa, seguramente no sería tan dulce.
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